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jueves, 14 de marzo de 2024

ES TODO EL UNIVERSO QUE HAY

Habíamos llegado a la estación de Humnsgratueilo. Nos bajamos del tren y no había nadie. Nadie nos estaba esperando, y a lo lejos se extendía la infinitud del desierto.

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Hoy mis ideas se extienden hasta el infinito. No tienen principio ni fin. Ahora si que soy un tipo raro. Nadie sabe por dónde empiezan o acaban mis pensamientos. Tampoco encuentro a mi ego. Ni a mi yo. Ni a mi alma. Ni sé dónde está mi cuerpo. Entonces ¿desde dónde hablo?

"Oiga,"---me pareció oir--- "su perro parece que está hablando". ¿Qué le da de comer?

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Había escrito un libro muy gordo y de papel fino como de papel biblia. En él había expuesto todas mis ideas. Tuve que alquilar un enorme camión para llevarlo a la imprenta. Mi editor echó 40,000 horas revisándolo con un equipo de 50 sub-editores. Una vez revisado llegó a la conclusión de que era necesario hacer una edición de 1,000,000 de ejemplares para todo el planeta. Veía un éxito asegurado. Ya pensaba en la segunda edición. Nadie había escrito tanto y con tana sustancia y contenido, me dijo. El mundo lo iba agradecer enormemente.

Sólo había un problema. El despertador había sonado y era el momento de ir a trabajar a un instituto de segunda enseñanza.

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No tenía cabeza sobre mis hombros, y eso explicaba que mi modo de ver el mundo carecía de cerebro o mente que lo procesara: veía todo con absoluta transparencia. Ningún pensamiento se cruzaba con mente alguna que pudiese desfigurar o distorsionar la realidad. Las cosas que veía eran mis ideas al mismo tiempo. O al revés: mis ideas eran las cosas que veía sin mediación alguna de lenguaje o ideas preconcebidas, y menos de experiencias pasadas que las trataran de amoldar. Yo y la realidad externa éramos la misma cosa. El zen absoluto. Absolutamente feliz viviendo sin cabeza. 

Todo ello duró el tiempo que había durado el efecto de aquellas pastillas. Luego comenzó el infierno de la pesadez gravitatoria y las obsesiones sobre un mundo totalmente atascado.

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Cogimos el tren en una estación solitaria y en medio de un infinito desierto. La estación se llamaba Olieutargsnmuh. El tren iba desoladoramente vacío. Sabíamos que el viaje iba a durar un tiempo interminable. No sabíamos de dónde veníamos, ni adónde íbamos. Éramos un par de cuerpos sin cabeza. Sólo vivíamos en modalidad de pura transparencia. El paisaje y nosotros éramos la misma cosa. Alguien contemplaba nuestro mundo desde una posición ventajosa. Nos dejaba oir aquello que el juzgaba era bueno que oyéramos. Luego todo le rebotaba hacia su centro cerebral. Todo ello se convertía en información que el cerebro procesaba. Pero no encontraba cuál era el origen de su pensamiento y se acabó fundiendo con el infinito. Todos quedamos sin cabeza, montados en un tren con destino al infinito ida y vuelta. 

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Soy el autor de los textos de ahí arriba. O bien: somos los textos de ahí arriba escritos por un autor. Es todo el universo que hay. 


lunes, 3 de julio de 2023

MY ENCOUNTER WITH THE MULTIFUNCTIONAL KNIFE SAILSMAN

 When I was working part-time at Sears in Dallas, I remember one salesman who occupied a small section near the hardware department. He sold some kind of multifunctional knife special for peeling potatoes, apples, cucumbers, or scraping off carrots, raddish or beetroots. He used a small microphone attached to his collar, and when he started his demostration, people gathered around his stand to listen to his charming voice and easy-going peeling, at the same time he cut those vegetables in thin slides ready to fry or cook. He was very good at his job, as he was able to persuade his audience of the marvelous and almost miraculous knife. At the end of one of those sessions he sold knives by the dozens. He was about forty years old, and when he took his coffee break he went to the lounge room where most Sears's stuff had their coffee or ate their brief lunch.


We sometimes coincided in our coffee break and exchange casual conversation. He was curious about my being a foreigner and still young and probably a little naif about life. Talking about American life and my ideas for the future, he somehow realized I didn't know the American way of doing things, and the lack of realism I betrayed with my optimism with people and life in general. Too much idealism, he thought. And he gave me a strong lesson of pragmatism and grass-roots psychology based on his own experience in life as a man of many trades. People wasn't what I thought they were, people's main interests were almost always grounded in accomodation and survival. Smart people had to know that basic truth in order to succed in whatever endevour

they try to achieve in life. Having the wrong ideas about human motivation could be the path to endless frustration.

In successive coffee breaks he told me about his many experiences around the United States and his way of planning his working hours to have the most free time possible so he could spend his life in what he liked most: art, sports, hitting the bars at night and traveling. He told me his present job was something he enjoyed and it only "robbed" him six hours a day instead of eight or ten, as most people did. It allowed him to travel to different states and get to know new people and new opportunities too.

He really was a nice person. For being still young he already had accumulated quite a lot of sound wisdom and pragmatism. He did what he could to show me my life could be different if I started seen things with more down to earth realism, instead of wasting my energies thinking about changing a world beyond my scope and reach; or having the wrong ideas of people's main motivations in life.


I don't remember his name. It's been a long time since those conversations took place, but I can certainly be sure he somehow changed my perception of life from then on. I can even say he was one of the wisest persons I've ever met in my life.

miércoles, 4 de enero de 2023

HISTORIA DE POLÍTICA

 El hombre entra en La Colonia y toda ella rebosaba de niños jugando por todos los patios. Era un hombre extraño y de edad indefinida. Se veía que tenía un mensaje extraordinario que dar al mundo. Su voz era metálica, como la de un robot o un tombolero ya agotado...Se detiene en uno de los patios y:

"Plaf, plaf!! (dando palmadas). A ver, muchachos, dejad de jugar al aro, a la pelota, al escondite, a la guerra, al pañuelo, al El hinque, al robaterrenos, y todos esos juegos que jugáis todos los días sin parar..."

(Los chavales se paran)

"Os voy a hacer una pregunta y si sabéis contestarla os doy esta chocolatina..." (Los niños rodean a ese hombre tan extraño y que viste una especie de sotana de cura color verde...)

"La pregunta es ¿QUÉ ES LA POLÍTICA?"

Entonces un chico con expresión avispada y ojos vivaces, levantó la mano y respondió:

"Política es algo que cuando hablas de ello te hace enfadarte o cabrearte. Mis tíos cuando hablan de política se acaban enfadando, a veces parece que se van a pegar."

Luego una niña intervino con voz muy aguda y chillona:

"Mi mamá dijo a mi papá un día que no hablara de política en el trabajo, pues siempre había señores malos que le podían pegar o regañar por hablar de eso, de política".

Otro chiquillo con gafas y algo tímido levantó la mano y dijo:


"Política es algo de los que mandan. Los políticos salen en los periódicos y pueden mandarte a la cárcel si no les haces caso. Lo oí en la radio un día."

Y otra niña algo sabionda y de más edad que el resto dijo:

"Política es una cosa complicada, pues cuando oigo hablar a mi padre de política con mi abuelo, no entiendo nada."

El hombre de la túnica o sotana verde, se les quedó mirando. Su mano derecha seguía alzando la chocolatina envuelta con papel de plata y una faja impresa de colorines...

La Colonia estaba viva. Muy viva de niños, de ajetreo de amas de casa cocinando, lavando, cantando, yendo a la compra con sus bolsas de redes...

Entonces el hombre de la sotana verde con la chocolatina alzada en su mano derecha levantó la voz y dijo:

"Niños y niñas de La Colonia. Habéis respondido con sencillez y claridad a lo que en sí es una pregunta difícil. (¡Ahí va! ¡Qué bien habla este señor! dijo una niña). Ahora os voy a contar un breve cuento para que sepáis qué es la política.

"Había una colonia como la vuestra en un territorio muy lejano, muy remoto, donde vivían familias alegres, con padres y madres y niños como vosotros. Era una colonia donde había problemas de vez en cuando y la gente a veces discutía, y los niños a veces también se insultaban y peleaban; pero había una diferencia con el mundo de vuestros padres y en el que también vosotros vivís. Allí cuando había problemas acudían a la asamblea de ancianos, que eran los hombres y mujeres dotados de mucha experiencia y sabiduría. Entonces, estas nobles personas se reunían, y después de sesudas deliberaciones, llegaban a una solución. Anunciaban la solución o resolución por medio de un mural que colocaban a la entrada de la colonia, la colonia remota en el tiempo, y allí la gente leía las proclamas y todos las aceptaban como norma o ley. O sea, normas como tenéis en los colegios, etc.

Aquella asamblea de ancianos y sabios, que eran los viejos de la colonia, eran suficientes para vivir alegres, en paz y tranquilos. Todo el mundo confiaba en ellos. Nadie discutía con ellos, ni tan siquiera se les pasaba por la cabeza rebelarse contra los ancianos. Ellos eran la voz sensata y definitiva ante los problemas de la colonia."

"Pero hete aquí, que un día una mujer que vestía de hombre, o un hombre que vestía de mujer o nadie sabía si era hombre o mujer o un bicho venido de otros mundos u otros territorios lejanos, pues se fue a vivir a esa colonia. Tras ello o ella o él, vinieron otros personajes parecidos y también empezaron a vivir en la misma colonia. Y así fue que un día uno de ellos rompió un cristal, otro dejó de contribuir a la vida común de la colonia, y fueron surgiendo problemas. Dichos problemas se llevaron a la asamblea o consejo de ancianos y se tomaron las debidas resoluciones o soluciones. Pero hete aquí que a la hora de resarcir a la colonia con la compensación justa y adecuada que habían decidido los ancianos, estos personajes comenzaron a protestar y a alzar la voz y a burlarse y negarse a resarcir a la comunidad debidamente. Consideraron que aquello no era justo, que estaban siendo discriminados y oprimidos sin sentido, que quiénes eran esos vejetes medio chochos para gobernarlos, y cosas agrias y feas era lo que decían con mucho odio en sus rostros; odio como nunca se había visto en aquella colonia, ni en muchas otras colonias a la redonda en aquellos remotos tiempos."

"Entonces se rebelaron y decidieron que la justicia era otra, que del lugar de dónde ellos venían la justicia era otra, y decidieron formar un gobierno aparte dentro de la colonia. Entonces trajeron un robot con muchas luces que se encendían y se apagaban por la cabeza cuadrada y el pecho y le hicieron preguntas sobre si era justo contribuir a la comunidad por haberse equivocado con buena fe, si por romper un cristal sin saberlo era correcto "castigarlos" tan cruelmente con un trabajo común de la colonia, etc. Colocaban el robot entonces en una plataforma redonda metálica y se ponía a girar en redondo apuntando con una varilla metálica que sujetaba con la mano derecha hasta que paraba y


entonces de una cajita de las muchas que había en la plataforma en su perímetro, sacaban el primer papel que salía. Y allí estaba escrita la ley a seguir, que en estos casos fue a favor de los personajes: "Es una injusticia--decía el papel--que sin intención alguna y siempre con la mejor voluntad de mis clientes, se les haga pagar por algo tan injusto como estos hechos. Es por lo cual que declaro a mis clientes inocentes, y además exijo que se les compense con dinero en metálico de 400 táleros, por los daños causados." Leído lo cual a la asamblea de ancianos estos personajes comenzaron a actuar como les viniera en gana. Pero lo peor de todo fue que comenzaron a ganar a otros vecinos de la colonia (la colonia remota y lejana) a su causa y sus leyes-robot y a partir de entonces todo comenzó a gobernarse por la Política, pues el robot que utilizaban para gobernarse se llamaba POLÍTICA. Y ese robot se fue haciendo tan grande y tan fuerte que hoy día gobierna a todo el mundo y nos hace enfadarnos y cabrearnos y confundirnos. Dicen que POLÍTICA se ha convertido en un dios o diosa al cual todos parecen adorarlo sin darse cuenta y sin ver que POLÍTICA no tenía ni tan siquiera haber existido."

Entonces el hombre de la sotana verde dio la chocolatina al primer niño que tenía cerca, pero luego de su bolso fue sacando más y más chocolatinas que cubrió el cupo de todos los niños allí presentes. Al momento, dio media vuelta y salió de La Colonia así como llegó. Un padre se acercó a los niños y les preguntó: "¿Quién era ese hombre tan raro? ¿Qué os preguntó? ¿Qué quería? ¿Os hizo daño?" El niño de expresión avispada que había hecho la primer pregunta le respondió: "Tan solo nos explicó la historia de POLÍTICA, y nos ha dejado un poco tristes."

martes, 1 de noviembre de 2022

A LA BÚSQUEDA DE LOS ESPÍRITUS

Siempre quise ver algún fenómeno del más allá, o sea, del otro lado invisible de la vida. Jamás pude conseguirlo salvo en sueños o pesadillas sin continuidad con la luz del día y la normalidad del trabajo, casa y calle. Sin embargo, en ciertos momentos de tranquilidad y en horas nocturnas de noche serena que te hacen mirar por la ventana hacia la luna llena o el cielo estrellado en luna nueva, pues un sentimiento profundo o intuición misteriosa se apoderaba de tí y te hacía pensar que no estábamos solos en este planeta y que el impedimento de no ser capaces de ver más allá era debido a nuestros sentidos y nuestro cerebro no cualificado más que para procesar realidad limitada. Había como una prohibición que nos hacía inhábiles más allá de cierto umbral o frontera. Quizás umbral, pues a pesar de tales limitaciones físicas propias de nuestro cuerpo, sin embargo había algo más que parecía querer superar tales limitaciones sensoriales y orgánicas, para adentrarse en lo desconocido. Eran esas intuiciones misteriosas las que expandían la conciencia en momentos especiales de relajación, cuando se alcanzaba un umbral incierto, inexpresivo, indefinible; pero inquietante y desconcertante al mismo tiempo.


Una noche me dejé llevar por tal intuición al modo de una partícula metálica atraida por un imán poderoso de origen desconocido. Fue como un arrebato místico, pero sin objetivo divino que alcanzar, más bien un abandono hacía la gran incógnita del misterio. De repente había perdido la noción del tiempo y avanzaba en un espacio fuera de mi cuerpo. En un instante me vi recorriendo inmensidades espaciales plenas de estrellas y astros, fui testigo de cataclísmos cósmicos inimaginables por el profeta apocaliptico más extremo; no poseía punto de apoyo alguno dentro de mi consciencia y la navegación era absolutamente caprichosa. Simplemente, no iba a ningún sitio.

Volví. Pero no volví a mi ventana de barrio de extrarradio de ciudad. Retorné a un paraje de bosque descomunal, de árboles impíamente gigantéscos en competición por sabe Dios qué luz los alimentaba allá en los cielos tan distantes que en el suelo del bosque reinaba la más extraña penumbra o más bien luz espectral que dejaba ver el aspecto inhumano de tal paraje. Pero, a pesar de mi desconcertada sorpresa, no sentía miedo. No podía caminar, pues sólo me movía como lo hace el viento o una partícula de polvo errática. Al instante en mi nuevo tiempo o no tiempo, pude divisar luces, o chispas intermitentes que comenzaron a emerger sin ton ni son desde las profundidades del bosque. Me di cuenta de que yo mismo o lo que fuése en términos de más allá u otro mundo, era también una luz palpitante. Me perdía en una eternidad o infinito que impedía cualquier anclaje a forma o arquetipo alguno capaz de darme sentido. En una palabra me disolvía, pero sabía que me estaba disolviendo, lo cual quería decir que alguna conciencia trascendente a la mía o algo dentro de mí trascendente a mi yo tomaba el relevo. Vi muchas luces parpadeantes y palpitantes moviéndose en direcciones varias. Algunas se dirigían hacia el techo del bosque, otras merodeaban bajo la espectral luz del mismo. Otras desaparecían.

Y de repente, fue el silencio. Todo quedó en absoluto silencio. El bosque comenzó a desaparecer de mi vista y al cabo de un momento me vi apoyado sobre la ventana de mi casa en el barrio de extrarradio de mi ciudad. Volví a recobrar el sentido normal de la cotidianeidad, pero aquella experiencia quedaba gravada en mi alma. Ahora sabía que tenía un alma. Sentía miedo de tener que ir a dormir. Pero aquella noche los sueños fueron alegres y esperanzadores.     

domingo, 12 de diciembre de 2021

SANTA CLAUS VIENE DE MUY LEJOS

Santa Claus viene de muy lejos. Verás, cuando digo de muy lejos es más allá de lo que tú te puedes imaginar. Lejos son esas estepas frías que hay por el norte, pero si vas aún más lejos llegas a cerca del Polo Norte y todavía más lejos en una dirección incierta que no sabes si se llega subiendo o bajando o volando o navegando, pues de allí viene Santa Claus. El lugar es frío y siempre está nevado, pero hay gente viviendo allí y además son gente simpática que ayudan a Santa a hacer los preparativos de carga y así lanzarse él a recorrer el mundo de lo imposible. Pues imposible es, a simple vista, recorrer el mundo en un trineo tirado por cuatro grandes renos y todo en una noche."


"Pero déjame decirte que si lo piensas un poco, tal viaje navideño de reparto de juguetes y regalos es posible. Se puede pensar en toda una distribución de juguetes por todo el mundo en cada hogar de los cinco continentes e incluso calcular con un buen ordenador las décimas de tiempo que emplearía en bajar y subir chimeneas o entrar por ventanas o incluso por los sótanos o tejados o cualquier rendija o agujero por donde Santa pueda entrar. En cuanto a los renos y el trineo todo ello puede, al mismo tiempo que aparece volando como real en cada sitio donde se deje ver, resultar ser una especie de holograma que volatiliza los juguetes en una nube y Santa Claus sabe en qué momento ha de dejar tal balón, o tal tambor, o tal videojuego o tal muñeca o muñeco o tal arco y flecha o tal libro de cuentos en tal sitio y en qué momento."

"¿De verdad que es así como tú dices tío Petlo? Dices cosas muy bonitas y yo no lo entiendo todo, pero lo cuentas muy bien, tío. Un chico de mi clase me dijo que Santa Claus no existía, que era un cuento para niños muy pequeños o algo tontos, pero yo no le creí, tío. Leí en un libro de dibujos que me dejó mi mamá antes de ir al cielo, que él es verdad y que nos trae regalos porque es mágico como tú dices, tío Petlo. Yo voy a esperar por él porque sé que va a venir esa noche."

"Sí, yo te lo he explicado lo mejor posible. No hagas caso de esos compañeros de clase. Ellos tienen un problema de malas entendederas y por eso no creen en Santa Claus, pero tú lo entiendes mejor porque al estar malito tus ojos pueden ver mejor y tus ideas son más claras que los demás."


La noche se acercaba mientras el frío afuera era más intenso. Desde la ventana de la habitación del niño se veía la casa de los vecinos más próximos a unos cien metros. La casa estaba iluminada con bombillas de todos los colores y algunas ventanas estaban encendidas. Se veía gente dentro. Se veía una familia animada y alegre. El pequeño Charlie llevaba tiempo enfermo y el diagnóstico aun no era definitivo. Su padre lo había abandonado al poco de nacer y su madre había muerto cuando él empezaba a balbucear sus primeras palabras. Los tíos Durmen se hicieron cargo de él y el tío Petlo lo quería como a un hijo. Tenía cinco años.

Aquella noche de Navidad fue tan mágica como otras muchas en el pasado. Dicen que hay un tiempo irreal que penetra en ciertas fiestas ancestrales a medida que entra la noche, y que todo lo trastoca; incluso la gente más dura de corazón o de sentimientos es capaz de percibir una inocencia remota, quizás lejana, que se abre imprevisiblemente y descubre lo fresca y alegre que puede ser la vida cuando todo nos invita a jugar, a saltar, quizás a llorar como un niño que ha descubierto de nuevo su infancia. Santa Claus puede también explicarse y demostrase, pero para ello se necesitan otros ojos y una burbuja de magia que siempre habita los cielos abiertos de las noches estrelladas.

viernes, 20 de agosto de 2021

LOS APUNTES DE MARA FORSHEN

LOS APUNTES DE MARA FORSHEN

Los mormones dicen que las parejas eternas que formarán un matrimonio ad infinitum se conocen en esta tierra de forma sorprendente y sabiendo desde un primer momento que son el uno para el otro. Una vez que forman matrimonio con los votos del templo y una vez que lleguen a ser dioses, pues gobernarán un sistema solar o un planeta y tendrán hijos espirituales que habrán de bajar a la tierra o a algún que otro planeta para encarnarse y seguir el ciclo de carne y hueso para llegar a ser dioses bajo la disciplina y santificación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día.


Curiosa teología. Sorprendente. ¿Quién puede ser mi pareja eterna?

Me gustan estas religiones que se aventuran con sus teología a modo de guion de ciencia ficción.

APUNTES DE MARA FORSHEN (II)

Qué sorprendente encontrar a la pareja que ha de soldar contigo para toda una eternidad. De repente estás en una cafetería y la ves entrar y dices: He ahí mi hombre eterno con el cual he de compartir mi cuerpo y alma para siempre y a través de milagrosas transformaciones llegar a ser dioses que gobiernan un sistema solar. Te tomas el café y dejas que él te mire y quizás se arrime a preguntar la hora y se quede por un momento a tu lado y pida otro café y piense: "esta mujer parece mi pareja eterna". Pero el tío demuestra ser muy tímido y se pone nervioso y tira el café de puro nervio e inseguridad y yo le pregunto. Oiga, ¿está usted bien?

Entonces me mira con cara de santidad y castidad y hay algo que me pone también a mi nerviosa. Su mirada está perdida y sus palabras salen muy forzadas. Creo que me he equivocado y este señor que parecía mi compañero eterno se convierte de repente en un simple mortal lleno de inseguridades y complejos. Mala suerte.

Otra vez será.

LOS APUNTES DE MARA FORSHEN (III)


Quizás sea verdad que venimos a este mundo para encontrar a esa pareja eterna que en algún momento surgirá del mar y se adentrará en la playa y dirá: "Vengo a por ti". Pero al estar desnudo y con las partes privadas al aire y siendo la playa de familias decentes yo le tendré que arropar con mi toalla y sentarle en la arena y pensar qué hacer con tal pedazo de aparición. Él me mira y me dice: "Te he de llevar al templo para hacer los votos de matrimonio eterno y luego nos iremos a vivir a Texas".

Es todo tan extraño y tan cargado de misterio que opto por tocarle para sentir su realidad y su realidad se levanta con pleno vigor salvífico e impetuoso. Todo un futuro dios que engendrará espíritus sin parar a costa de mi cuerpo ya divinizado. Lo cual sería apoteósico.

No puede ser. Simplemente no puede ser. Hemos nacido para ser gente normal u ordinaria y tales milagros son imposibles.

Mi "aparición" ha de ser un loco que se habrá tirado desde un acantilado y al verse en el agua nadando pues acabó en la playa. Raro pero posible.

 

domingo, 10 de mayo de 2020

LUENFOR HACE ACTO DE PRESENCIA

Fue en la biblioteca del Reverendo Lorry donde se apareció Luenfor. Después de comer el Reverendo se retiró a trabajar en su despacho mientras la señora Montalvo se dedicaba a cuidar de las plantas del
jardín. El Reverendo me había enseñado anteriormente su voluminosa biblioteca, al retirarse me invitó a ojear los libros a placer. Era una biblioteca cómoda, con dos sillones estilo siglo XIX y unas lámparas de pared que imitaban candelabros. Me fijé en una sección dedicada a metafísicas extrañas de autores un tanto marginales, también abarcaba obras de famosos teóricos del espiritismo, la teosofía, la cábala, y otras tendencias más oscuras. El Reverendo era conocido por sus atrevidas interpretaciones de la Biblia y sus sermones resultaban tan fascinantes como chocantes. Parecía que su lectura de las Sagradas Escrituras estaba filtrada por lentes que le permitían ver detalles que a otros jamás se les hubiese ocurrido. Añádase a esto que su casa era una especie de caserón rodeado de árboles frondosos y un jardín bastante espeso con plantas de mucha variedad. Era un paraje de cierta melancolía pero sin inspirar tristeza o repliegues enfermizos hacia las interioridades del alma, en mí caso era todo lo contrario: tal melancolía me proyectaba a cierta atmósfera romántica de poetas arriesgados en sus tratos con los misterios de la naturaleza.
Entonces, cuando estaba ojeando un raro volumen del visionario Emmanuel Swedenborg, sentí un extraño escalofrío que no encajaba con mi estado natural en esos momentos. Sentí una presencia. Es difícil llegar a la conclusión de que estás percibiendo una presencia sin antes haberte examinado a fondo e ir descartando posibles interferencias propias en forma de ilusiones proyectadas o ensoñaciones producto quizás de la digestión. Pero no. Estaba seguro de mi plena lucidez y también de mi intuición.
Una presencia te mira. Te observa. Y eso un alma sensible como la mía lo capta sin lugar a duda. Cerré el volumen y me quedé mirando hacia la ventana que daba a la parte trasera de la casa. Efectivamente, el trasluz se distorsionaba como si un vapor flotara en el ambiente. Poco a poco el ente se fue dejando ver en su forma detectable para los humanos "terrestres". Era una figura joven, de facciones pálidas y ojos azules acuosos, pero todo ello bajo una luz fosforescente imprecisa. Me asusté. A pesar de mis tendencias metafísicas y mis especulaciones sobre realidades imperceptibles dentro de nuestra realidad común, el ser testigo de una aparición tan inesperada me produjo un paroxismo que desbordaba mis sentidos. Quedé paralizado por unos segundos. Entonces, él se presentó. Con voz modulada en nuestra normalidad de sonido articulado. Con suavidad y elegancia de persona educada.